Porque es necesario estimular un "aprender a pensar” en el sentido más amplio: con (y a través de) los instrumentos, métodos y objetos de cada saber, actividad y disciplina; aprender a articularlos desde su perspectiva, a cuestionar desde ellos, desde otros, a no darlos por definitivos, a buscar superarlos, a tomarlos en cuenta, a relacionarlos, a someterlos a análisis crítico.
Este Encuentro Latinoamericano de Jóvenes cobra sentido en el entendido de que ellos que forman parte de una sociedad que se caracteriza por una rápida generación e incorporación productiva del conocimiento, teniendo que aprender a vivir en medio de cambios.
El Encuentro propone desarrollar y mantener viva una actitud crítica, creativa, cuidadosa, responsable, autocorrectivo a la hora de descubrir y entender la existencia del otro.
Una propuesta que apunta a promover en los jóvenes, una actitud reflexiva y analítica, proporcionándoles medios que contribuyan a desarrollar y ejercitar habilidades del pensamiento necesarias para apreciar en forma significativa las diferentes situaciones en las que se ven envueltos cotidianamente dentro y fuera del ámbito formal de educación.
Los jóvenes construyen su mundo a partir de lo ya hecho, lo van ampliando, enriqueciendo, cuestionando, aprendiendo, disfrutando y asombrándose de lo nuevo que van encontrando; su mirada va de lo más cercano a lo lejano. Así, van incorporando mundos de otros, con distintas visiones y ver-siones mientras con-versan y dia-logan. Aprenden a sus ritmos e intereses y, mientras perciben su entorno, regalan y acogen nuevos saberes en las relaciones sociales que van generando.
Desde un enfoque interdisciplinario se procura en el Encuentro cuestionar desde un marco articulador de saberes, donde el “aprender a pensar” pueda ser tomado en un sentido amplio tratando de construir criterios articuladores (entre los distintos saberes).
Generar a partir de distintos enfoques, nuevas visiones que le permitan al joven, aprehender y vincularse al medio que lo rodea, en el cual se inserta y vive. Reconocer las contradicciones entre ellos, buscar las herramientas para tomar posición crítica frente a la realidad, y a las realidades intersubjetivas, entendiendo y abordando el problema de la alteridad.
Es un encuentro que pretende ofrecer un aprendizaje reflexivo y creativo. El objetivo es que los jóvenes cultiven el pensar y el actuar considerando distintas perspectivas. Es deseable, inclusive, que lo hagan desde puntos de vista inusitados para ellos. Y, a la vez, que el uso de la capacidad de pensar y actuar creativamente les provoque placer.
Se apunta a trabajar el pensar de manera crítica, donde dicho punto se construye en un encuentro con el otro.
Se persigue desarrollar macrohabilidades en los jóvenes, permitiendo relacionar (a partir de la propuesta y temática establecida) ideas y acciones posibles de ser concretadas o viabilizadas.
… Incentivar lo habilidoso (ya que ayuda al buen pensar) y a desarrollar las competencias en ellos (esa capacidad de actuar de manera eficaz, dando respuestas claras y firmes a situaciones concretas).
El punto es no asumir la propuesta como un dato de la realidad, sino como un cuestionamiento, es decir, pensar analizando el tópico dado (conceptualizando, explicando y argumentando), trabajando así desde una actitud inquisidora, ya que esta permitirá trabajar el tópico desde la cuestión vinculándola o contrastándola con la posición del otro, que requerirá indiscutiblemente de una honestidad intelectual (por parte del joven y del docente que acompaña su proceso formativo; de ahí el desafío para el docente), al igual que un espacio y tiempo adecuado, que le permita al joven crecer para pensar por sí mismo.
El comité apunta a un encuentro rico en reflexión, diálogo, conceptualización y argumentación.
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